Empieza a incubar tu primer Egglin, deja que fluya tu creatividad mientras aprendes a gestionar los deseos y necesidades de tu Egglin a través de la comida y el juego. Sumérgete en la dichosa comodidad de decorar tu isla como mejor te parezca, y disfruta de las recompensas que te proporcionan tus Egglins a medida que haces crecer tu imperio Egglin.